¿Buceando en su
infancia, puede señalar cuales podrían ser los orígenes de su
inclinación por la tarea artística ?
- Ignoro si fueron
determinantes pero algo pueden querer decir. Incluso antes. Mis padres pasaron
la juventud en Entre Rios, en la estación Urquiza. Por lo que ellos contaban
participaban en funciones de beneficio haciendo teatro (de aficionados, la
palabra profesional con respecto a los actores era mal vista), cantaban, tenían
muy buena voz, incluso mi papá se destacaba como director.
Nací en Buenos Aires y
desde muy temprano, hablo de cinco o seis años, mi padre nos llevaba al teatro
Colón (recuerdo una función de Norma, de Bellini, con Rosa Raisa, la segunda y
última vez que estuvo en Buenos Aires y la imagen e impresión que me causó
todavía perduran) Otro recuerdo imborrable fue la actuación de Jacob Ben Ami en
el teatro Excelsior. Ben Ami era el Príncipe Idiota en la obra de Dostoyevski.
Mi mamá me señalaba las grandes figuras del teatro argentino presentes en los
palcos. Era lunes y no había función en los teatros de la capital y todos habían
venido a admirar a Ben Ami, a pesar del desconocimiento del idioma. Estoy viendo
una escena: San Petesburgo, una fiesta de la alta sociedad, vino, lujuria y
Natacha entre ellos. De pronto se abre una pequeña puerta a la izquierda del
escenario y entra el príncipe.
Lo que siguió todavía me estremece. El príncipe,
se apoya en la pared cercana a la puerta y mira a Natacha en medio del
desenfreno. Y no hace nada. Permanece en silencio. Todo el público del teatro no
puede sacar la vista de la izquierda del escenario. Si estuviera más cerca
podría decir que al príncipe no se le mueve un músculo, y sin embargo su emoción
es tan profunda, sus sentimientos, su tragedia personal su
conmoción es tal que hipnotiza a todo el público, incluso a una nena de seis
años que lo mira subyugada y no lo olvidará nunca.